jueves, 8 de octubre de 2009

Economía vs Desarrollo sustentable ¿Es posible aplicarlos juntos?

"En el caso de que se agoten los recursos naturales, entonces otros factores de producción, especialmente el trabajo y el capital reproducible podrían servir de sustitutos".

Robert Merton Solow

El concepto de sostenibilidad fue acuñado por Gro Harlem Brundlandt en 1987 con ocasión del informe "Nuestro futuro común", promovido por la Comisión de Desarrollo Económico de las Naciones Unidas. Su postulado es de sobra conocido por todos: debemos asegurar que nuestro desarrollo no sea a costa de comprometer el desarrollo de las generaciones futuras. En 20 años, asegurar un desarrollo sostenible es ya un eslogan que empresas, gobiernos y organizaciones internacionales emplean comúnmente para describir sus metas y objetivos.

Por mucho tiempo se ha reflexionado en la forma de no comprometer el medio ambiente sin dejar a un lado la producción, creando entre otras cosas, teorías y pensamientos, entre los que destaca, el cuestionado, "Desarrollo económico sostenible", pero, ¿qué es y qué no es un desarrollo económico sostenible? De manera general, se entiende que la sostenibilidad sólo se logra atendiendo simultáneamente a tres objetivos fundamentales: la cohesión social, el crecimiento económico y la conservación de los recursos y del medio ambiente. Así, a la hora de examinar si el desarrollo de un país, una región o una ciudad es sostenible debemos preguntarnos si los tres criterios evolucionan positiva y paralelamente. La clave del desarrollo sostenible reside precisamente en lograr un equilibrio entre logros tan distintos y a veces enfrentados.

El desarrollo económico sostenible viene, pues, de la posibilidad de utilizar un recurso asegurando su regeneración y su equilibrio ecológico, y la creación de una tecnología que haga menos agresiva la transformación de los recursos, de manera que se pierda menos "planeta" en el proceso de transformación de recursos en bienes. Cuanto mayor sea la eficacia del proceso de transformación, y menor el consumo de energía, mayores serán los beneficios económicos y ecológicos.
El reto para nosotros se encuentra en determinar el punto de equilibrio entre producción y regeneración, utilizarlo y fomentarlo, pero, ¿Cómo lo haremos?, pues no será fácil, no existe un "método de medición" de la sostenibilidad o un modelo "económico-sostenible", pero es ahí donde se observa el esfuerzo del ser humano por preservar su mundo, tomando en cuenta que el primer paso ya esta dado con el establecimiento de principios que nos guiarán en el camino, pero es solo nuestro trabajo el que forjará el camino a un correcto desarrollo económico y sostenible.

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